Lluvia, era lo único que podía ver desde la ventana del auto. Me pregunte muchas veces si esto era alguna señal de ellos.
- Hanako, no has parado de mirar por la ventana, ¿Qué sucede? – dijo mi tía Mariko
- No quiero recordarlo tía
- Oye, sé que esto es muy difícil para ti, pero cuenta con nuestro apoyo – Dijo mi tío Hajime
Aunque ellos me dieran todo ese apoyo, todavía me sentía triste, y los extrañaba mucho más.
Hace 1 año mis padres murieron en un accidente automovilístico, cayeron a un barranco. No lograron sobrevivir.
Y ahora que se cumple un año, la melancolía recae mucho en mí.
- Nos encantaba salir a pasear los días lluviosos – dije mientras reía- Tío, me quiero bajar del auto, necesito pensar muchas cosas
- Tú no te vas a bajar del auto – dijo mi tía en tono de autoridad
- Mariko, no te cuesta nada, si la niña no se va a enfermar – deteniendo el auto
Mi tío Hajime era más liberal, el sabía que yo soy muy cuidadosa, y que sé cuidarme. Pero en cambio mi tía Mariko, era muy autoritaria, no le gustaba mis ideas, poco más y parecía la madre que nunca quise tener.
- Hanako nada de estar hablando con extraños - dijo mi tía
- Primero lo primero señora, usted no es mi madre, entonces no este poniendo nada de autoridad sobre mi. Y le advierto, cuando cumpla los 18, que no falta casi nada, me iré y no la volveré a ver…Mariko – dije mientras cerraba la puerta del auto y me iba adentrando en la multitud.
Desde que era pequeña, mis padres apoyaban todo tipo de sueños que tenía. Ser modelo, actriz, doctora, pero el único con el que me quedo es ser Músico. Pero no como los de ahora, si no de música clásica, siento que la música de ahora no tiene sentido, los artista terminan en puro sexo, droga y alcohol.
Pero, no he querido volver a ver un instrumento, porque todo fue mi culpa. Decidí entrar a un café, y tomar un cappuccino, si solamente salí del auto por qué mi tía me tenía aburrida.
En el rato que esperaba mi cappuccino, noté que un chico de cabellera azul me miraba mucho, y al ver que yo sentí su mirada, se levanto de su asiento y se empezó a acercar a mí. Me puse a temblar, y salí corriendo del café. El tipo me estaba siguiendo, mientras gritaba “detengan a la chica de abrigo Blanco”. Sin darme cuenta choque contra un joven de cabello corto y rubio, este me miraba serio, fue tanto mi susto que me desmayé.
- Es bellísima – decía una voz femenina
- Ella es perfecta, espero que sea sí o sí- dijo una voz masculina
Estaba despierta, pero no sabía si abrir los ojos o no, tenía miedo…
¿Qué quieren que suceda ahora?
a) Hanako Abre los ojos y decidé enfrentarlos seriamente.
b) Hanako espera hasta que se vayan, para lograr escapar.